2 de octubre de 2012

MODERN LOVERS - Live (1978)




"I'm a little airplane nyow nyow
And wangity-wang wangity-wang
I'm a little airplane now"




Este disco me costó la principesca suma de 20p ingleses (algo así como 150 pesos) en un puesto en el Woking Market comandado por un tipo que parecía ser daño colateral de esos locos años 60, con la ingenuidad lenta del que pasó el punto sin retorno hacia el daño orgánico total. La carátula estaba medio manchada, la imágen se veía medio ridícula, o sea, Jonathan Richman se ve medio ridículo con una camisa tipo pirata de película de los 70, pero igual lo compré porque me encantaba el primer disco (y póstumo) de los Modern Lovers con clásicos como Roadrunner y Pablo Picasso. Además que por 150 pesos... 

El disco es un fiel reflejo del corpus musical de Jonathan Richman en esa época. Extraño para alguien que decidió dedicarse a la música luego de conocer a los Velvet Underground, estas canciones en vez de prostitutas y drogadictos, hablan de pequeños insectos, el heladero y el hecho que Jonathan era un dinosaurito.  Habiendo venido directo del primer disco no sabía si con este disco del 78 se había deschabetado por completo o era el momento de reevaluar el primer disco. La clave, para mí, fue darme cuenta que el primer disco fue publicado posterior a la separación de la primera encarnación de los Modern Lovers (con Jerry Harrison de los Talking Heads incluido) y cuya fama se dió principalmente porque fue incluido dentro del cánon precursor de las bandas punk que, como sabemos, se tomaban demasiado en serio.


Dada esta sucesión de los hechos, comprendí que en esta época Richman de alguna manera estaba exagerando su lado más inocentón, infantil y juguetón con el fin de sacarse de encima esta visión casi de zorro vicioso que tenía en algunos rincones de la subcultura del rock. No hay segundas lecturas posibles en una canción como Ice Cream Man. No es el dealer de Tambourine Man de Dylan, de verdad es un heladero. Si es un pequeño avión no es porque esté volado con ganja, sino que de verdad se siente como si fuera un pequeño avión. Cuando cantaba I'm Straight y no ingería drogas es porque he was straight. En un ambiente definido por la seriedad y el compromiso político de rigor del punk y post-punk en ciernes, del flaneur y campismo ebulliendo aún con la olla tapada de los futuros new romantics, esta declaración de principios de Jonathan Richman podría argumentarse es lo más valiente que podía encontrarse. Pucha que tenía ganas de escribir sobre este disco.


Conociendo ya la mayor parte de la obra de Jonathan Richman que sigue hasta hoy, sus canciones se caracterizan por una falta de afectación, lo que en este mundo pops moderno es una afectación en sí, pero como al escuchar no pienso en Baudrillard o Guattarí, no lo tomo así. Creo que en sí, para comprender a Jonathan Richman tienes que aceptar la falta de afectación como lo verdadero del artista.  No es lo mismo que el concepto de 'autenticidad' ya que no tomo a Jonathan Richman como si estuviera pretendiendo presentarse a sí mismo, es sin duda una performance la que nos entrega. La 'persona' que nos presenta Richman es de alguien con un gran poder de observación y de una ingenuidad  vivida como una apertura a la vida de los otros, en el dejar atrás el bagaje de las preconcepciones cínicas y altaneras de la vida moderna en la ciudad. Es una música que deja instalada firmemente la alegría, el humor y el amor en el corazón mismo del rock. ¿Por qué hay tanto roquero que se toma tan en serio, como si la seriedad le diera el peso necesario de música 'seria? ¡Ni siquiera Dylan se toma en serio! Por favor, déjense de complejos, sáquense el pepinillo del trasero, no porque no sonrían no tendrán la posibilidad de convertirse en dioses. Pfff, get a real life please. Prefiero hacer crecer a mi hija Lucía con este disco que todos los Strokes, BRMC y Sonic Youth del mundo. 

Primera probada // First taste

Los videos de rigor.


30 de septiembre de 2011

UN VINILO PARA LUCÍA: Kate Bush - Aerial (2005)

"Mummy
Daddy
The day is full of birds"


Hojas en la ventana

El viernes 23 de Septiembre de 2011 nació mi hija Lucía Adriana y aunque ella no lo haya querido, ni es su deber y por el simple hecho de arribar entre nosotros, vino a echar luz sobre muchas de mis sombras. Lucía, una lumbre que tiene nombre y, ahora me doy cuenta, es el Numbre que le da el título a este blog. Como la aguja que surca el vinilo cada vez más hacia el centro quédate ahí pegada por siempre ya que te espero con los brazos abiertos y el corazón hinchado de orgullo del privilegio de ser tu padre. Y la música que surja en ese trayecto movedizo y lleno de baches, escúchala con atención porque es tuya y ten la seguridad que atesoraré cada momento de la más ferviente escucha. Te pido eso sí, que me hagas ver cuando lo hago más como crítico de música que de presidente del fan club, ya que sabré cambiar de rol. ¡Canta hija canta!

Panquehue 2

La selección de este LP es una movida conceptual. Es un disco enorme, tanto porque es doble, como por la ambición, valga la redundancia, conceptual por parte de Kate Bush, de quien ya vimos el disco The Dreaming en una de las primeras entradas de este blog. El LP se divide en dos discos. El primero se subtitula "A Sea Of Honey" (Un mar de miel) y es más bien una colección de canciones a las cuales nos tiene acostumbrados la inglesa: de una amplia gama de temáticas (del misterio del número Pi hasta la eroticidad de lo cotidiano vista como el lavado de una máquina de lavar) y estructuras musicales. Incluye también una canción para su hijo Bertie que suena a algo salido del renacimiento inglés. Pero esto último no es la razón por la que quise escoger este disco.

Pirbright

Escogí este LP porque el segundo disco, llamado "A Sky Of Honey" (Un cielo de miel), es una reflexión a veces hipnótica del inexorable paso del tiempo, metaforizado como el transcurso de un día desde el alba al atardecer, poblado de artistas en primera persona que tratan de captar la transitoriedad de la luz y el mar, de la inmensidad de una naturaleza que nos acoge y nos ignora al mismo tiempo en breves instantes, que tiene sus propios tiempos a los cuales tratamos de acostumbrarnos cada vez que nos levantamos y nos acostamos. Lo que creo que Kate Bush nos trata de decir en este disco es que la magia de la vida está en esa repetición siempre distinta, siempre cambiante, siempre abierta a la sorpresa, al milagro. Habiendo cruzado el umbral de la paternidad y dando mis primerísimos pasos, espero poder tener este mantra conmigo por el resto de mi vida.

"KT" - Aerial Cover Art

Los dejo con algunas de las canciones del disco:


25 de agosto de 2011

The Beatles - Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band (MONO)


"I'm painting the room in a colourful way
And when my mind is wandering
There I will go"

Sgt. Pepper's y Yo // Sgt. Pepper's and Me

Me he dado vueltas y vueltas en este blog en discos que (salvo excepciones) no van a la fuente primaria de mi obsesión con la música y los vinilos. Los Beatles son la primera banda de la que me enamoré, como le sucede y sucederá a una parte importante de la población melómana rockpopera, escuchando unos cassettes grabados de las compilaciones rojas y azules que sacaron estos chicos en los setentas. Estoy hablando de cuando tenía 7 u 8 años, encerrado en mi pieza con mi radiocasetera Toshiba, siguiendo con devoción los programas documentales sobre el cuarteto, en un época en que todavía no se cumplían los veinte años de su separación (como si, desde 2011, se hubieran separado en 1996). Todavía cuando escucho las armonías vocales de la canción Please Please Me se me erizan los pelos como si fuera la primera vez que descubrí que algo tomaba posesión de mi cuerpo a partir de mis oídos: una mezcla de delirio, susto/sorpresa y enorme pena por haberme perdido la contemporaneidad de estos seres extraordinarios. Qué pequeña era mi vida encerrado en mi pieza con mi radiocasetera Toshiba. Qué grande era el mundo que me esperaba por imaginar. 

Yo, Melómano // I, Music Lover

Y qué mundo. Aunque a estas alturas de mi vida este no es mi disco favorito de los Beatles (véase Abbey Road), sí determinó la escala de valores de mi apreciación musical por los siguientes quince años desde que lo escuché: melodía por sobre todo, voces con carácter pero sin ser demasiado "rockeras", foco en la canción y, en lo posible, una sensación de juego en lo que escuchas. O sea, nada muy estridente pero que igual te excitara los pies y la cabeza. Todo cambiaría a mediados de los noventa cuando escuchara  a Nine Inch Nails y por fin descubriera la belleza en el ruido que te interrumpe el pensamiento.


Aunque no sé si fue el primero, sí recuerdo a este disco como el primero que puse por mi propia cuenta en la tornamesa de mis viejos, el año 89 o 90. No tengo claro si alcancé a escuchar el disco entero la primera vez, o si sólo fue el primer lado, pero me quedó tallado en la mente el que este era un "disco", enterito, un producto bien envasado desde fábrica, de take it or leave it. Sin duda influyó que al contrario del cd que daba vueltas por mi hogar, no era tan simple el saltarse canciones y por lo demás el LP era de mis viejos y no tenía la confianza psicomotora como para no echarme la aguja en el intento. Por sobre todo, el disco era un objeto que yo creía fue producido en los mismos años en que John, Paul, George y Ringo estaban activos y en mi solitaria escucha eran sólo míos.

Yo, Implorador // I, Implorer



Aparte de lo importante que fue este disco en mi trayectoria melómana, es un lp que es bien interesante desde el punto de vista del objeto vinilo, los procesos de masterización y mezcla del ayer y hoy. Cuando pongo MONO en el título no es porque me vuelva tal al escucharlo, sino que me refiero a la edición monofónica que entró en mi colección a finales de 2008, adquirido en la entrañable tienda de Ben en Guildford, UK. Las ediciones monofónicas son las ediciones más codiciadas por los coleccionistas ya que son el registro más fidedigno de lo que los miembros de la banda querían o esperaban que tú escucharas. Aparte de Abbey Road que no tiene versión monofónica, los chicos de Liverpool sólo participaron en la mezcla de la edición monofónica de sus discos, siendo la edición estéreo una exigencia de la disquera, especialmente de USA, porque el público las pedía. Dadas las condiciones en que se grabaron y sin pensar en estéreo al registrar, es que resultaron esas mezclas de las voces en un lado y la música en otro. ¿Acaso no recuerdan lo difícil que es compartir con un sólo par de audífonos un disco de los Beatles?

The Beatles - Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band Inner Label (PMC, Mono)

Pero no sólo es un tema de mezcla de posicionamiento de instrumentos y voces. Hay cambios tan notables que para los bien fanáticos se hizo necesario que en la remasterización hecha el 2009 de la discografía de los Beatles, se dispusiera de un box-set con todos los discos en MONO (no disponibles por separado), lo que le quitó un poco de urgencia a la colección de los discos originales en monofónico, ya que hasta ese momento eran la única fuente de estas mezclas. En Sgt. Pepper's se dan los siguientes cambios:

Sgt Pepper's: la versión mono tiene una guitarra más audible hacia el final, cosa que casi no se escucha en la versión stereo.
Lucy in the Sky: la voz tiene un notorio efecto de eco, cosa que no es así en la estéreo. ¿Más volado acaso?
She's Leaving Home: la versión mono, la mezclada por los Beatles, es casi 11 segundos más corta... ¡porque el tempo es más rápido! A mi parecer fluye más.
Sgt. Pepper's reprise: en la versión mono es más rápida la introducción de las voces, la batería en la intro dura 4 beats más, además de algunas palabras dichas por John y risa de público que simplemente no están en la versión estéreo.

Ojalá que les haya picado el bichito para que escuchen las versiones mono. Mientras tanto los dejo con algo que les muestra las diferencias (sólo para verdaderos fanáticos):







17 de agosto de 2011

Los Tres Diamantes - Usted (Acetato 10" 78rpm)

"Usted
es la culpable
de todas mis angustias
y todos mis quebrantos"


Acetato // Shellac

El acercamiento de un audiófilo amante de los vinilos al formato del acetato de 78rpm es signo de un camino sin retorno y de renovado compromiso con la misión de mantener con vida al paciente condenado a un coma eterno. Si consideramos que el formato en sustrato vinilo, que tuvo una vida paralela crecientemente dominante desde finales de los 30 con el acetato, ya es una complicación para su escucha fidedigna, el acetato de 78rpm es problema para ingenieros en sonido. Se requiere de equipamiento complementario a lo que generalmente se tiene para los vinilos.

Consideremos cuatro cosas que inciden grandemente en la reproducción del sonido, dejando de lado el estado general de conservación del disco (muchas veces rotos, o 'mascados' por ser tan frágiles). Primero que nada, es necesario tener una torna que gire a 78rpm, lo que no suele suceder en muchas de las tornas a disposición en los últimos 30 años. Segundo, el surco de un acetato es más de dos veces el tamaño de un típico disco de vinilo. Esto significa que una aguja para disco de vinilo llegará a lugares del surco que no estaban diseñados para escucharse y que generalmente son puro ruido. Por ende mayor cantidad de papas fritas. Tercero, las grabaciones eran monofónicas, por lo tanto una aguja estereofónica también captará información que no se esperaba escuchar. Nuevamente, más ruido extráneo. Por último, hasta que en 1954 la RIAA (Recording Industry Association of America) no estandarizó las curvas de ecualización para la grabación y reproducción de los discos, cada compañía grababa con curvas propias, enfatizando distintas frecuencias. Y estamos hablando de grandes diferencias.

Los Tres Diamantes - Usted


Por lo tanto para la más correcta reproducción de un disco se necesita: una torna que gire a 78rpm, una cápsula con aguja especial para 78rpm, ojalá monofónica y un pre de phono (señal de tornamesa) que permita manipular las curvas de ecualización acordes a cada disco y su disquera. Lo más fácil son los dos primero requerimientos, pero más difícil es conseguir una cápsula monofónica y aún más un pre de phono que permita cambiar las curvas. Hay en el mercado pero estamos hablando de gastar 500 dólares para arriba. Sólo para fanáticos que tengan una colección importante.

Para el resto de los mortales tenemos la opción de compromiso de grabar los discos a nuestro computador y realizar la serie de cambios y restauraciones -con mucho cuidado para no sobrehacerlo- con el fin de lograr la más fidedigna escucha posible. Si bien esto disminuye en gran medida el placer de escuchar el disco en vivo, nos permite acercarnos a la grabación con una mucho menor inversión monetaria inicial. Por supuesto, algunos discos son irrescatables.

Los 78rpm en mi colección actualmente son todos heredados de mi abuelo paterno, Don Julio Dagnino Ruiz. Al parecer su totalidad fueron comprados cuando vivió con su familia (mi padre incluido) en Méjico, entre 1948 y 1953. Como puede esperarse, son más que nada boleros, tonadas ('blues' según el sello) y rancheras. Además de abrirme una ventana a la vida, corazón y gustos de mi querido abuelo, me abrió los ojos frente a la potencial calidad de sonido de este sustrato, el acetato. Si uno obvia -y es con mayúsculas- el ruido de papas fritas, la calidad tímbrica y dinámica pueden ser sorprendentes, especialmente cuando la calidad de grabación es superior. Para cualquier adicto a esto, es tremendamente seductor. ¿Alguien tiene 78s que quiera regalarme?

El tema de la entrada en realidad era una excusa para contarles sobre el formato. Escogí ponerles el tema porque estaba en buen estado, hice una buena restauración y me encanta la canción, un clásico latinoamericano. Por otro lado, resultó un descubrimiento para mí la existencia de Los Tres Diamante que después supe son comparables en estatura y popularidad a los entrañables Trío Los Panchos, de los cuales ya hablé aquí hace mucho tiempo. Ojalá les guste y les pique el bichito... para regalarme esos 78s.

28 de julio de 2011

Leonardo Favio - Fuiste Mía Un Verano (1968)



"Quiero partir con mi canto
tu cuerpo de niña
y hundirme a vivir
nada me importa la gente
que opina y se mete
no me han de entender."


Siguiéndola // Following It

Hay personas, no sólo músicos, las tienen todas y hacen muy poco. Hay otras que de lo muy poco hacen mucho, desafiando al Rey Lear y a Fraulein María: algo sí puede salir de la nada. Leonardo Favio, en su faceta musical es de los últimos. Hay pocos cantantes que con un registro tan limitado en su rango tonal rasguen las tinieblas con el filo de un suspiro o una lágrima en la garganta. Favio, Cohen, Reed, Veloso: no hay una exclusiva oscuridad desde donde emprender el viaje de vuelta a casa, se puede partir de los desiertos de la melancolía, de las selvas del melodrama o de las playas de la sensualidad tibia y bronceada. Leonardo Favio es el quiltro que resulta del coito entre la reina de la segunda, el explorador de la primera y un turista voyerista en la tercera.


Leonardo Favio - Fuiste Mía Un Verano II



Favio es otro de esos intérpretes que resaltan en nuestro mercado musical de cafés dolca con nutrasweet: él es un espresso doble con dos cucharaditas de azúcar morena. Bien dulzón, pero cafeína directo a la vena, inserto en una tradición que incluye a Camilo Sesto, Juan Gabriel, Ricardo Cocciante y Marc Almond. Cuando lo escuché por primera vez en serio (no cuando lo debo haber escuchado en mi infancia, en radio AM en la mañana los veranos mientras hacían el aseo en mi casa) me costaba creer que alguien con esa voz tan extraña podría haber sido tan popular la primera mitad de los setentas (¿y después también?). La distancia de los años no es sólo una calle de un sentido a la nostalgia, sino que es un viaje hacia un mundo paralelo, dónde los habitantes de alguna manera se parecen a tí... pero no tanto. Sabes que Favio, hijo ilustre de este mundo, comparte contigo este conocimiento íntimo y puedes confiar en él.


El disco en mi posesión es una edición uruguaya regalada por mis suegros y que fue adquirida en la feria de las pulgas en Tristán Narvaja los domingos en Montevideo. Es el primer LP que sacó el oriundo de Luján de Cuyo y su carátula de un fuerte rosado y una foto de él con su guitarra al lado, en blanco y negro con fuertes contrastes de luz es una declaración de intenciones en sí: la imagen emerge como símbolo de bravura y pasión, de fuerza y no mediastintas. Es también una imágen muy de su tiempo, de la televisión en blanco y negro, del Festival de Viña cuando la competencia internacional sí importaba. Es una portada que invita a un conjunto de relatos musicalizados, de canciones narrativas que ya no se escriben. En él se encuentran cuatro de sus canciones más conocidas: Ella... ella ya me olvidó, Fuiste mía un verano, Quiero aprender de memoria y O quizás simplemente le regale una rosa. 


Leonardo Favio - Fuiste Mía Un Verano


Supongo que mi aprecio por el trasandino también tiene que ver con que su registro vocal me acomoda como guante y que imitarlo me permite sacar el italiano que tengo dentro, olvidarme de la perfección y dejarme llevar por el descontrol propio de la falta de técnica vocal. A falta de octavas, bien vale la desvergüenza... Con Favio tengo la excusa perfecta para cantar mal pero con emoción rayando en el grito primario. Esto queda demostrado en que cuando he tratado de grabar canciones con amigos, o cantado en vivo en bandas (¡viva Boda Band!), nunca he podido repetir la cantada exactamente igual. A veces me sale mal, otras bacán. Pero por la menos me la juego.


El par de videos de rigor:












19 de julio de 2011

Bauhaus - Burning From the Inside (1983)

"Your mornings will be brighter
Break up lines
Tear up rules
Make the most of a million times, no"


Self portrait // Autorretrato


Cuando era adolescente, y esto lo pueden corroborar muchos amigos míos a los cuales les pido muchas disculpas (je), intenté crear una Persona que fuera lo más 'oscura' posible, tratando de mostrar una dislocación social, un volcán de emociones bajo el fondo del mar, una seriedad y altanería intelectual... algo así como los actuales emos pero sin la facha producida y con la idea de que mi existencia era una cruzada en contra de la imbecilidad humana reflejada en los inanes intereses mundanos de mis compañeros de colegio. A lo más me alcanzaba para ocupar ropa monocromática y un abrigo negro pesadísimo (mi armadura) que había heredado de mi hermano mayor. Si bien de esta Persona sólo quedan vestigios insulares, sí me sirvió para conocer apreciar música que no habría explorado si no fuera por ello. Creo además que esa exacerbación emocional que viví en esa época, si bien expresada de muy mala manera y falsamente, sí contiene un núcleo que es verdadero y que me permite gozar la música que escuché en ese largo período de mi vida, a lo mejor de otra manera. Y espero que sin latear a nadie más que a mí mismo.

Bauhaus es la banda perfecta para ser oscuro. Los padrinos de la música gótica los llaman y si bien ha mutado como género, en Chile la escena siempre ha sido importante en su marginalidad, con templos como la Blondie y la Baleduc. Para mí, que me gustaba la soledad, la introspección y siempre odié el comportamiento de 'tribu' (aunque ahora me interesa el tema, como parte de cultura de la juventud) esta escena nunca me gustó mucho y en realidad, Bauhaus es casi exclusivamente el único grupo que me llama la atención del género. Menos mal que son mucho más que un emblema de éste, como todas las grandes bandas. Creo que en su esencia Bauhaus es una banda de exageraciones, de aumento de contrastes, cargado de furia, angustia y una visión de tunel del lado oculto de la vida, esas pasiones desmedidas rayando en lo sadomasoquista y, heredado de Bowie, con un cargado componente glamoroso, en blanco y negro claro está. Es como estar viviendo dentro de uno de esos grabados expresionistas alemanes de principios del siglo XX.

Bauhaus - Burning from the Inside

Este es otro disco que conocí a través de mi hermano mayor, quien lo tenía en cassette pirateado (qué recuerdos, cuando retrocedíamos el lado con lapiz bic y nos creíamos bacanes cuando por fin recibíamos de regalo de navidad un walkman con auto return). Lo escuché por primera vez alrededor de los 16 años y me gustó en principio más que nada por el sonido que tenía. A lo mejor era por el hecho de ser un cassette grabado malamente de uno original, pero se podía escuchar ese sonido metálico, delgado, lejano que daba la sensación de venir de otro mundo donde la angustia triza el cuerpo en dos, dejando escapar el alma por entre las costillas descubiertas al aire. Pero, y ahí está la paradoja, da la sensación que estos tipos que cantaban estas canciones se regocijan en la angustia y la rabia. Ergo, emerge la melancolía como semilla creativa. Uf, podríamos enunmerar tanta música que planta esa semilla dentro de nuestros corazoncitos adolescentos tiernos, que mejor dejemos al resto para otra vez.

Bauhaus - Burning from the Inside (Inner Label)

Hay gente que, y me incluyo, considera este disco como el prólogo de la carrera posterior de Daniel Ash y David J bajo el nombre de Love and Rockets. Compuesto en su mayoría en ausencia de Peter Murphy (producto de una enfermedad), las canciones se alejan de la pobreza cromática en ángulos agudos de los discos anteriores y comienzan a meterle colores de a poco, a difuminar los bordes para tornar las sentencias en sueños. Azul, verde, plateado. Un poco de oro, pero bien tenue. Lo que se pierde de impacto se gana por el lado de seducción. En el vinilo esta impresión se hace aún más patente primero con el tamaño de la portada (ahora sí que se aprecia la fragmentación) y luego con el deslizamiento de la aguja en los surcos que parece sacar los sonidos como un bisturí sobre una teta. Nada aquí de fríos unos y ceros digitales, es el diamante que, en buen chileno, le rompe el culo al plástico negro.


¿Mis canciones favoritas del disco? Uf, que difícil, ya que el disco funciona como disco y es difícil separarlas. Creo que las que resumen la esencia emocional son She's in Parties y Hope. La primera que en su temática sobre la edición de una película, aparentemente de terror ('the graveyard scene') pero con un arreglo musical más atmosférico y menos dramático que sus anteriores discos, parece amalgamar desde un principio el pasado y el futuro musical de los miembros de la banda. La segunda es un himno, nuevamente, más parecido a lo que harían Love and Rockets. Su ánimo y posición postrera en el tracklisting me producen lo mismo que el tema Saudade del primer disco de Love and Rockets (Seventh Dream of Teenage Heaven) y con letras muy optimistas y liberadoras. Son cuatro líneas, citadas al inicio de esta entrada del blog, que luego de una larga introducción se repiten incesantemente y un línea melódica con el mismo patrón. Hasta yo la puedo tocar en guitarra. Bella.


En la terraza, escuchando // In the terrace, listening

Un par de videos de youtube para los bloglectores.











15 de julio de 2011

DISCOS MULTICOLORES PA LOS REGALONES

(Hace harto más de un año que no posteo a mi blog, no por falta de producción, sino que por falta de finalización. Tenía muchas entradas a medias y no sabía cómo terminarlas. Decidí hacerlo no más y tengo listas varias. Para empezar de nuevo va esta entrada cortita ya que son casi puras fotos...)

No hay nada que hacerle. Cuando tienes un disco de vinilo entre tus manos no sólo tienes un formato musical, sino que tienes la huella incluso física de la persona que pasó el master al lacquer, de ahí al negativo y luego al disco mismo que tienes en tus manos. Si es usado, además no es raro encontrar literalmente huellas digitales y uno que otro resto de los hábitos alimenticios y de vicios del antiguo dueño. ¿Cuántas veces creen que he encontrado migas de pan incrustradas en los surcos de un disco? ¿Cuántas manchas por cenizas de cigarrillos? ¿Cuántas por lavados mal pensados bajo la llave del lavaplatos? Cuando tienes un disco de vinilo entre tus manos no sólo tienes un pedazo de plástico, sino que sostienes en tus palmas el entretejido de la actividad humana entera.

Una de sus hebras son las huellas intelectuales, artísticas, de diseño en el formato, en la materia física del disco. Me refiero hoy a los distintos colores con los que vienen los discos de vinilo. Lejos del clásico negro, podemos encontrar discos de todo el espectro de una dulcería, tanto opacos como transparentes y hasta los codiciados picture discs. Ya que estos últimos generalmente sólo son una reproducción de la carátula usual del disco, me gustaría dedicarle el resto de la entrada a aquellos de mi colección que son estrictamente abstractos, de un solo color o patrón. Son los niños índigo del curso. Las fotos siguen.

¡Voten por su favorito!

The Young Knives - Weekends and Bleak Days 7" Single
The Young Knives - Weekends and Bleak Days 7" single

The Flaming Lips - Yeah Yeah Yeah Song 7" Single
The Flaming Lips - Yeah Yeah Yeah Song 7" single

John Cooper Clarke - Gimmix 7" Single
John Cooper Clarke - Gimmix 7" Triangle single

The Frattelis - Chelsea Dagger 10" Single
The Fratellis - Chelsea Dagger 10" Single

Green Day - Basket Case 7" Single
Green Day - Basket Case 7" single

Spiritualized - Soul on Fire 7" Single
Spiritualized - Soul on Fire 7" single

Happy Time - The Gingerbread Man/Brave Little Sambo 7" 78rpm
Happy Time (Childrens Songs) - 7" EP 78rpm (Disc 2)

Happy Time - Robin Hood/Young Folk's Favourites 7" 78rpm
Happy Time (Childrens Songs) - 7" EP 78rpm

The White Stripes - Conquest 7" Single, 1 de 2
The White Stripes - Conquest (Disc 1) 7" single

Jack White & Alicia Keys - Another Way to Die 7" Single (del ST de Quantum of Solace, James Bond)
Jack White & Alicia Keys - Another Way to Die 7" single

Can - I Want More Limited Edition 12" Single
Can - I Want More 12" Single

Cracker - Low 10" Limited Edition EP
Cracker - Low 10" EP

Dennis Wilson - Pacific Ocean Blue LP
Dennis WIlson - Pacific Ocean Blue

Radiohead - King of Limbs 10" LP Limited Edition 1 de 2
Radiohead - King of Limbs 10"

Television - Adventure LP
Television - Adventure LP

The Flaming Lips - Dark Side of the Moon LP Limited Edition Seafoam Green
The Flaming Lips - Dark Side of the Moon LP

The Dukes of Stratosphear - Psonic Psunspot (proyecto paralelo de XTC) LP
The Dukes of Stratosphear - Psonic Psunspot LP

Can - Tago Mago
Can - Tago Mago LP

The Beatles - 1967-1970 Compilación LP 1 de 2
The Beatles - The Best of The Beatles 1967-1970 LP

Antony & The Johnsons - Another World 12" EP
Antony & The Johnsons - Another World 12" EP