19 de julio de 2011

Bauhaus - Burning From the Inside (1983)

"Your mornings will be brighter
Break up lines
Tear up rules
Make the most of a million times, no"


Self portrait // Autorretrato


Cuando era adolescente, y esto lo pueden corroborar muchos amigos míos a los cuales les pido muchas disculpas (je), intenté crear una Persona que fuera lo más 'oscura' posible, tratando de mostrar una dislocación social, un volcán de emociones bajo el fondo del mar, una seriedad y altanería intelectual... algo así como los actuales emos pero sin la facha producida y con la idea de que mi existencia era una cruzada en contra de la imbecilidad humana reflejada en los inanes intereses mundanos de mis compañeros de colegio. A lo más me alcanzaba para ocupar ropa monocromática y un abrigo negro pesadísimo (mi armadura) que había heredado de mi hermano mayor. Si bien de esta Persona sólo quedan vestigios insulares, sí me sirvió para conocer apreciar música que no habría explorado si no fuera por ello. Creo además que esa exacerbación emocional que viví en esa época, si bien expresada de muy mala manera y falsamente, sí contiene un núcleo que es verdadero y que me permite gozar la música que escuché en ese largo período de mi vida, a lo mejor de otra manera. Y espero que sin latear a nadie más que a mí mismo.

Bauhaus es la banda perfecta para ser oscuro. Los padrinos de la música gótica los llaman y si bien ha mutado como género, en Chile la escena siempre ha sido importante en su marginalidad, con templos como la Blondie y la Baleduc. Para mí, que me gustaba la soledad, la introspección y siempre odié el comportamiento de 'tribu' (aunque ahora me interesa el tema, como parte de cultura de la juventud) esta escena nunca me gustó mucho y en realidad, Bauhaus es casi exclusivamente el único grupo que me llama la atención del género. Menos mal que son mucho más que un emblema de éste, como todas las grandes bandas. Creo que en su esencia Bauhaus es una banda de exageraciones, de aumento de contrastes, cargado de furia, angustia y una visión de tunel del lado oculto de la vida, esas pasiones desmedidas rayando en lo sadomasoquista y, heredado de Bowie, con un cargado componente glamoroso, en blanco y negro claro está. Es como estar viviendo dentro de uno de esos grabados expresionistas alemanes de principios del siglo XX.

Bauhaus - Burning from the Inside

Este es otro disco que conocí a través de mi hermano mayor, quien lo tenía en cassette pirateado (qué recuerdos, cuando retrocedíamos el lado con lapiz bic y nos creíamos bacanes cuando por fin recibíamos de regalo de navidad un walkman con auto return). Lo escuché por primera vez alrededor de los 16 años y me gustó en principio más que nada por el sonido que tenía. A lo mejor era por el hecho de ser un cassette grabado malamente de uno original, pero se podía escuchar ese sonido metálico, delgado, lejano que daba la sensación de venir de otro mundo donde la angustia triza el cuerpo en dos, dejando escapar el alma por entre las costillas descubiertas al aire. Pero, y ahí está la paradoja, da la sensación que estos tipos que cantaban estas canciones se regocijan en la angustia y la rabia. Ergo, emerge la melancolía como semilla creativa. Uf, podríamos enunmerar tanta música que planta esa semilla dentro de nuestros corazoncitos adolescentos tiernos, que mejor dejemos al resto para otra vez.

Bauhaus - Burning from the Inside (Inner Label)

Hay gente que, y me incluyo, considera este disco como el prólogo de la carrera posterior de Daniel Ash y David J bajo el nombre de Love and Rockets. Compuesto en su mayoría en ausencia de Peter Murphy (producto de una enfermedad), las canciones se alejan de la pobreza cromática en ángulos agudos de los discos anteriores y comienzan a meterle colores de a poco, a difuminar los bordes para tornar las sentencias en sueños. Azul, verde, plateado. Un poco de oro, pero bien tenue. Lo que se pierde de impacto se gana por el lado de seducción. En el vinilo esta impresión se hace aún más patente primero con el tamaño de la portada (ahora sí que se aprecia la fragmentación) y luego con el deslizamiento de la aguja en los surcos que parece sacar los sonidos como un bisturí sobre una teta. Nada aquí de fríos unos y ceros digitales, es el diamante que, en buen chileno, le rompe el culo al plástico negro.


¿Mis canciones favoritas del disco? Uf, que difícil, ya que el disco funciona como disco y es difícil separarlas. Creo que las que resumen la esencia emocional son She's in Parties y Hope. La primera que en su temática sobre la edición de una película, aparentemente de terror ('the graveyard scene') pero con un arreglo musical más atmosférico y menos dramático que sus anteriores discos, parece amalgamar desde un principio el pasado y el futuro musical de los miembros de la banda. La segunda es un himno, nuevamente, más parecido a lo que harían Love and Rockets. Su ánimo y posición postrera en el tracklisting me producen lo mismo que el tema Saudade del primer disco de Love and Rockets (Seventh Dream of Teenage Heaven) y con letras muy optimistas y liberadoras. Son cuatro líneas, citadas al inicio de esta entrada del blog, que luego de una larga introducción se repiten incesantemente y un línea melódica con el mismo patrón. Hasta yo la puedo tocar en guitarra. Bella.


En la terraza, escuchando // In the terrace, listening

Un par de videos de youtube para los bloglectores.











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