31 de agosto de 2009

David Bowie - Low (1977)

Fotos cortesía de Don Rodrigo Pizarro

"Blue blue electric blue, that's the colour of my room where I will live"

low film  416 cp

David Bowie fue el primero que me hizo sentir como un rock star. Fue él quien me hizo creer en mi más solitaria intimidad que podía ser alguien distinto, alguien 'mejor', pero también más sintónico con mi muy camuflado y resguardado mundo interior. En un ritual que me resultaba imposible perder, solo, los fines de semana por la noche, mientras soñaba que me subía a un escenario y miles de fans coreaban mis canciones, me encerraba en mi pieza y colocaba con religiosa rigurosidad los 4 cassettes del inglés que tenía mi hermano mayor en su colección (Changesbowie 1 & 2, Ziggy Stardust y Space Oddity) en mi radiocassetera Toshiba que había recibido como regalo de cumpleaños a los 9 años. Cantaba y cantaba y cantaba y hacía poses con el atril de micrófono que había sacado sigilosamente de la pieza de mi hermano, mientras él salía a vivir la vida nocturna que yo deseaba. Tenía 12 años.

Lo que más me carga de estos shows busca “talentos” que salen hoy en la tele es que su espíritu es destructivo, es mostrar cómo el jurado acribilla a los participantes y endiosa a meros reproductores de estándares culturales estériles. La esencia de la música popular es creativa, aspiracional, imperfecta, en cierto sentido adolescente ya que busca encauzar un torrente de caos hormonal hacia un mar que consideremos propio. Es pensar en un mundo paralelo donde podemos cambiar nuestras vidas, estar felices, poderosos, populares. Es creer que en algún lugar podemos ser esos seres sobrenaturales que escuchamos en los discos, vemos en las películas y la tele; estar convencidos que es posible cambiar nuestra sociedad, al ser hipnotizados melodiosamente por ese chamán que se sube al escenario; o navegar a oscuras en dirección a nuestras raíces: es en esencia conectarnos con un plano existencial que nos trascienda. Qué importa el que de verdad lleguemos a ser uno de estos seres de otro planeta (y lo son), lo importante es saber que de alguna u otra forma siempre lo somos a nuestra propia manera.

low film  417 CP

Low fue el primer disco que compré de Bowie por mi cuenta, o que pedí por mi cuenta a decir verdad, ya que fue un regalo de Navidad. Debo confesar con vergüenza que además logré convencer a mi hermano chico para que pidiera "Heroes" (1977) por su lado y así poder escuchar los dos discos al mismo tiempo... estamos hablando de la época en la cual mi hermano aún medía menos de 1.20 mts, por lo que fue descaradamente un aprovechamiento... no sería la primera ni la última, aunque él fue quien inventó haber encontrado una moneda fenicia en el patio de la casa, así que estamos a mano... ¿o no? Conocía del disco la canción Sound & Vision (una de mis favoritas de toda la vida) que expresa en cuajada síntesis los temas principales del disco: un enclaustramiento físico y emocional, un deseo de expresión que lucha por salir, y esperanza en silencio que el recogimiento traerá la paz buscada. Todo cruzado por una tensión constante de verse al borde del abismo de la sanidad mental. ¿Quebraré vidrios en mi pieza nuevamente? ¿Seguiré estrellándome en el mismo auto? ¿Llegará el regalo del sonido y la visión? La velocidad de la vida en cámara lenta.

Con Low comienza lo que muchos han llamado la Trilogía de Berlín. Este nombre es equívoco ya que este disco fue grabado en su mayoría en una mansión en Suiza que alguna vez alojó a Chopin y George Eliot. Sólo el segundo de esta trilogía, "Heroes" (1977) fue grabado íntegramente en Berlín, y el tercero Lodger (1979) fue grabado casi todo en Nueva York. Lo que sí puede convertir a estos tres discos en una trilogía, es que en ellos trabajó cercanamente con Brian Eno (aunque no les produjo los discos como erróneamente lo creen muchos, esa labor recayó en el gran Tony Visconti, productor de T.Rex, Sparks, Thin Lizzy y Rita Mitsouko, entre otros) y pudieron entre ambos crear un nuevo lenguaje para el rock que nutriría la obra de muchos durante los próximos 30 años o más. Herederos directos de este disco y el siguiente, podemos contar a Joy Division, New Order, Gary Numan, The Cure, Ultravox, Japan, el Lennon (y Ono) de Double Fantasy, etc, etc, etc. Si el punk, gruesamente contemporáneo a este disco, fue una renovación de la energía del rock luego del período de aburguesamiento que fue el breve reinado del prog (entiéndase sus peores excesos, hay grandes y revolucionarios discos prog), Low fue parte importante de la renovación de las ideas del rock en aquella época. Se podía ser pretencioso e inevitable al mismo tiempo.

low film  415 CP

El otro sentido en el cual se puede considerar a estos discos como una trilogía es que son el producto consciente de un Bowie que se encontraba casi desahuciado por las drogas y el alcohol luego de una larga temporada en USA y que necesitaba sí o sí un giro nuevo a su vida y carrera. En USA había cosechado enormes éxitos con sus discos Young Americans (1975) y Station to Station (1976), pero cayó en una espiral autodestructiva que lo hace huir al continente europeo, primero a Suiza y luego a Berlín, para sumergirse en una vida de anonimato y desintoxicación junto a su amigo Iggy Pop. No olvidemos que el título Low se refiere no solamente a estar "bajo" o deprimido sino que hace un juego con la carátula del disco donde Bowie aparece de perfil, es decir el título completo sería Low Profile, o bajo perfil. Es un período de tremenda fecundidad personal y creativa para este par de amigos, y de una incerteza profesional que paradójicamente les dio la libertad de llevar sus visiones creativas hasta las últimas consecuencias: tanto en sus vidas privadas como profesionales ya no tenían nada que perder. Para que se hagan una idea: dentro del espacio de 1 año Bowie publicó dos discos bajo su nombre, ambos clásicos, y co-compuso (casi toda la música) los discos "The Idiot" y "Lust for Life" de Iggy Pop, ambos también de 1977.

Al ser el primero de este trío, Low es el más contemplativo, el con menos energía aparente, sin duda el con un subtexto más triste. La base sigue siendo un poco funky en el primer lado, como en sus dos discos predecesores, pero ahora reprocesado con el krautrock de la época, más robot, más frío. En el tema A New Career In A New Town, por ejemplo, se puede escuchar una armónica llevando la línea melódica, pero no suena nada a blues, sino más parecido a lo que podría haberse escuchado en la radio AM de esos años, o también a esas melodías de juegos de consola de principios de los 90, pero realmente tristes y sin ser cebolla. Sin embargo, lo realmente radical para la época, viniendo de alguien que era tan popular en ese entonces, y quien definió de muchas maneras la primera mitad de los 70 (y definiría los próximos años con este disco), es que el segundo lado se compone exclusivamente de temas instrumentales, lentos, o a medio tempo, casi ambientales y de una profunda congoja existencial. El tema Warszawa (Varsovia) tuvo el suficiente impacto en Ian Curtis para que le pusiera el título como nombre a la banda que luego sería Joy Division. Para mi el escuchar Low es descender desde los devaneos de un hombre en crisis existencial hacia un estado neofetal, donde la sanación sólo es posible a través del mantener en silencio el habla.

low film Black

Aún cuando el disco puede parecer medio deprimente no lo considero así. Sí, sin duda es triste pero tiene la claridad suficiente en sus texturas y arreglos como para darle la liviandad necesaria para no ser asfixiante. Por sobre todo existe una búsqueda de belleza estructural, trata de crear un lenguaje nuevo para la música que Bowie llevaba casi dos décadas desarrollando. Por lo que cuenta tanto Bowie como Eno en diversas entrevistas, la grabación del disco fue un período de mucha riqueza creativa, llena de experimentación y momentos de epifanía, de apertura de distintos caminos que podían explorar a futuro. Lo extraño también es que fue un proceso de grabación relativamente corto, en parte porque el afiate de su banda lo permitía y en parte porque muchas veces se tomaron decisiones bastante arbitrarias; como el decir "esta canción tendrá dos partes y cada una durará exactamenta 1min 23s" o decidir que sólo se haría una toma. Creo que es por lo menos intrigante que de un proceso lleno de limitantes haya salido algo que suena tan refrescante en su transparencia emocional. Ya vendría "Heroes", otra piedra fundamental de la música popular de los últimos 35 años, pero que vuelve a preocupaciones más externas en el mundo de Bowie e Eno.

Bowie Low Inner Label

Low fue de los primeros discos que compré en vinilo hace 5 años atrás, sin duda porque era de los que estaban más arriba en mi lista de discos deseados. Lo encontré una lluviosa tarde de invierno, recién pagado en mi pega de aquel entonces con una sensación de desasosiego como diría Pessoa, y errando por mis locales conocidos, entré en una tienda en Providencia donde se caracterizan por ser ladrones (¿una más?) pero que extrañamente tenía este y otros cuatro más de Bowie a un precio más que razonable, barato incluso. Me acuerdo por sobre todo la impresión que me causó el ver la carátula en su tamaño original, lo rara que se veía la cara de Bowie, plana y recortada en contra de ese fondo naranja, como de explosión; lo colorida e irritante que parecía en contraste con la tarde apagada, húmeda, ominosa en su quietud, como esperando una tormenta y que esa cara de perfil fuera el hombre del tiempo que la anunciaba. De la cara emanaba una furia gris, una tristeza apenas contenida, expelida hacia el que quisiera escuchar el murmullo de penas. Bello, muy bello y justo lo que necesitaba.







2 comentarios:

  1. Debo reconocer que este es un disco que acabo de conocer y apreciar. Me recuerdo que cuando recien nos conocimos, hace unos quince años, me pasaste primero Trout Mask Replica (OMG!) y después Low. Yo te pasé en cambio Press the eject... Declaraciones de principios fuertementee influenciadas por nuestros hermanos mayores, pero que hemos ido incorporando en nuestra personalidad.

    ResponderEliminar
  2. Je, me acuerdo de haberte pasado el cassette... fue casi una prueba de amistad, así de idiota era en esa época! Interesante que hayan sido discos tan distintos. Me acuerdo también del disco de Bauhaus y que también me permitió conocer otros caminos... ya vendrá una entrada de los Padrinos del Goth.

    ResponderEliminar