7 de enero de 2010

DE GUAU A GUÁCALA (Y VICEVERSA) VOL. 2: Queen - Parte I

"Oh rock of ages do not crumble
Love is breathing still
Oh lady moon shine down
A little people magic if you will"

Queen Logo - The Complete Works Sleeves // Logo de Queen, funda de los discos de The Complete Works

Queen es una banda de superficies. Es un banquete compuesto de pequeños y variados bocados, que se derriten en tu boca como bálsamo de sensualidad y te calman el hambre por un rato corto. Es un banquete con una mesa de ébano pintada de blanco con manteles de tafetán púrpura, borlas doradas y patrones del más brillante plateado. Es un banquete al cual te invitan todos los años, al que sólo asistes de vez en cuando, ya que no tienes nada mejor que hacer y donde te entretienes a tu pesar y te golpeas la cabeza por no ir más seguido. Cada vez que vas son cosas distintas que te encandilan, distintos bocados que pruebas y persigues, otros personajes con los cuales conversas, otros umbrales que cruzas, otras habitaciones que eliges para gozar del bullicio... pero sabes que el furor de la euforia es transitoria y debes volver a la realidad de la carne que se esconde de la carne en el respiro diario.


Como tanto chileno hambriento de sensaciones, me volví adicto a estas superficies cuando tenía alrededor de 12 años. Es fácil perderse y entregarse a la aparente riqueza del espectro emocional y conceptual de las canciones de Mercury, May, Taylor y Deacon. Sí les reconozco que logran una balance envidiable entre los enfoques composicionales tan disímiles y que se harían cada vez más marcados a medida que avanzaba su carrera. En sus dos primeros discos fusionan con bastante éxito las influencias más bluseras via Led Zepellin con el prog de la época y el glam más popular. Una mezcla bombástica, de temáticas fantasiosas y muy entretenida. ¿Quién dijo que todo tenía que ser sustancioso? Pasé por lo menos tres años acumulando la discografía entera de Queen en los preciados cassetes EMI con los nombres en castellano. Y luego me aburrí y fui persiguiendo la discografía de Bowie.

Courtship I // Cortejo I

La inclusión de esta banda en esta serie de Guau a Guácala (y Viceversa) es para dar cuenta de los cambios que todos podemos tener en nuestros gustos musicales (no necesariamente en todo caso, hay gente que tiene los mismos 10 CDs que tenía cuando era adolescente). Es poder explicarles y explicarme cómo he ido recogiendo canciones que las tenía en el cajón de abajo, lejos de mis ojos y oídos, pero que he sacado y disfrutado; al revés, canciones que me encantaban pero que ahora me aburren o me provocan una leve náusea. También canciones que me gustaban en esa época y me gustan ahora, quizás por razones distintas. Como la discografía de Queen es tan extensa dividiré este ejercicio en tres partes, y pararé en The Works ya que no tengo ninguno de los otros discos en vinilo (reglas del juego, sorry). Me saltaré además el disco doble en vivo, Live Killers. Todos son parte de ese box set que salió a mediados de los 80, en una caja negra con un mapa de todos los países dónde habían hecho conciertos, llamado The Complete Works. Un objeto fetiche más en mi colección.

Queen The Complete Works

QUEEN I (1973)

Este es el disco más rockero, demasiado en deuda con Led Zepellin, aún cuando ya están presentes las inclinaciones más pseudo operáticas de Freddie Mercury, el hermano perdido de Forestín.

De Guau a Guácala: No puedo creer hoy que alguna vez me gustó "Jesus". A lo mejor tiene que ver con que era una canción "segura" para escuchar frente a mis padres, un reconocimiento que la música que yo escuchaba podía ser de agrado para mis padres, de no demostrar rebeldía, de mantenerme niño y quitado de bulla. Me gustaban las armonías vocales de seguro. Para mí hoy esta canción no tiene ningún sentido y dudo que la haya tenido para Mercury. Una canción fome, grandilocuente y vacía.

Courtship II // Cortejo II


De Guácala a Guau: ¿Que más obvio puede ser? "Keep Yourself Alive" de Brian May (creo que son sus canciones las que más he revalorado positivamente... lo mismo pero negativamente en el caso de Mercury). No necesariamente me cargaba pero la encontraba plana ante el resto. Una gran canción, con una letra re pesismista y que al ser Mercury que la canta, toma un cariz desafiante y de cansancio frente a las exigencias exitistas del mundo. Raro en Mercury, el hedonista ambicioso por excelencia.


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De Guau a Guau: A lo mejor es por el peso de nuestro conocimiento de la vida de Mercury, pero "Liar" es de las pocas canciones en la cual le creo a Mercury el sufrimiento melodramático que nos devela. Comparte además las referencias a sus padres con Bohemian Rhapsody (¿O creen acaso que es otra persona sino su padre a quién mata?), la cercanía con su madre y la lejanía y desilusión de su padre. Vale decir además que la variedad de arreglos, y ese gran cambio al centro de la canción están completamente al servicio de lo que intenta transmitirnos.

Humping // En Seco

QUEEN II (1974)

De Guau a Guácala: El premio se lo lleva otra de las canciones preciosistas de Mercury en la primer etapa de la banda. "The Fairy Feller's Master-Stroke", a pesar que la letra es bien inventiva con hartos juegos de palabras y usando un lenguaje pseudo medieval, es otro fracaso de Mercury, cosa que no sucede con una canción como Ogre Battle, que también usa imaginería medieval pero que es traído al presente con unas durísimas guitarras grabadas al revés regalo del genio loco y perno que es Brian May.

Doggin' // Perreando

De Guácala a Guau: Roger Taylor era mi cantante menos preferido dentro de la banda. De los tres que cantan en Queen es el que tiene la voz más áspera, masculina y enraizada en la tradición rockblusera. Lo que he ido captando es que era probablemente el que los tenía puestos más al día en el ambiente musical. También puede ser el que suena más de la época y pierde universalidad. Pero dejando todo eso de lado, su voz, por lo menos en los discos de los 70 es el que le da el toque más glam a la banda y en sin duda el más directamente sexual. "Bound to be the Loser", con su temática re adolescente y dirigida a las madres de todo chico que abandona metafórica y concretamente a sus progenitores, no puede ser más glam a la Slade.

De Guau a Guau: "Father to Son" es el sello a la cara de la canción recién mencionada, tomada desde el punto de vista de un padre a un hijo por nacer. No llega a ser melosa menos mal (y que daría pie a que pasara de guácala a guácala) y el interjuego entre la voz de Mercury, los coros y la guitarra apasionada de May la deja sincera y llena de esperanza. Nuevamente, al igual que Keep Yourself Alive, la interpretación logra traspasar también el miedo y el cansancio producto de los ajetreos de la vida moderna (¿acaso la razón de que se esconden en medievalismos en el resto de las canciones? El glam escapista por ontonomasia). Bella.


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SHEER HEART ATTACK (1974)

De Guau a Guácala: Canciones que emulan los cánones del Tin Pan Alley hay muchas en el repertorio de Queen y bien exitosas. Bring Back Leroy Brown no es una de ellas. No es fome, pero da la sensación de que Mercury intentó demasiado conscientemente y con falta de imaginación imitar una canción de algún musical de los años treinta. Ya vendrían mejores versiones de esta canción en discos posteriores. Cuando murió Freddie Mercury, Bowie le rindió homenaje al declarar que Mercury era capaz de convertir el cliché más hediondo en un momento de epifanía. Bring Back Leroy Brown, lamentablemente, sólo sigue siendo un cliché.

Mouth to Mouth // Boca a Boca

De Guácala a Guau: Otra canción de May que hoy gana el premio. May se perdió gran parte de las sesiones de grabación producto de tener que guardar reposo por una úlcera al duodeno. Pero eso no le impidió entregar dos de las mejores canciones, Brighton Rock y She Makes Me (Stormtrooper in Stilletos), siendo esta última la que quiero mencionar. La canción no tiene más de 3 acordes y es cruzada entera por un riff de dos acordes, a ritmo de media procesión. Simple, hermosa y directo al callo, maravillosa en su efectividad.


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De Guau a Guau: Ya la mencioné, pero Brighton Rock es brillante y transmite perfectamente el jolgorio y caos de una tarde pasada en la costanera y Pier de Brighton, balneario de Inglaterra. Creánme, yo viví allí un año. Pero aparte de eso es un gran showcase para la pirotecnia guitarrística de Brian May, sin caer en las escalas somníferas del clacisismo muy rancio. Creo que el talento de Brian May en estos tiempos es menospreciado, pero tiene una aproximación al timbre de la guitarra que es bien particular. Después de todo este es alguien que construyó su propia guitarra y posee un par de patentes al respecto.

Bueno, eso es todo por ahora, ya vendrá la segunda parte con los que son probablemente los 3 discos más famosos de la banda y que, en palabras de Neil Tennant (pero no en relación a Queen), es cuando Queen se torna "Imperial". A Night at the Opera, A Day at the Races y News of the World.

Breakup // Terminada

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