11 de octubre de 2009

The The - Dusk (1992)

"In our lives we hunger for those we cannot touch
All the thoughts unuttered & all the feelings unexpressed
Play upon our hearts, like the mist upon our breath"


Dusk

En una de esas noches de enclaustramiento musical de mi adolescencia, intruseando en los cajones de mi hermano donde guardaba sus discos (ya CDs a esta altura a principios de los 90), pude encontrar uno que me intrigaba escucharlo por mi cuenta, habiendo mi hermano mostrado un interés especial por él luego que un amigo se lo trajo de regalo desde Inglaterra. La carátula era bien rara, la caricatura de un hombre medio expresionista, con trazos gruesos dibujado encima de una foto de Londres, todo en tonos rojizos, anaranjados y negros, precisamente como los colores del título, dusk o atardecer. La cara presenta una boca semi abierta, en sonrisa forzada ¿O rictus mortis? Como si ante la vida no supiera si reír o echarse a morir, como pendiendo de un hilo, como bajo la espada de Damocles, como entre el día y la noche. Dusk.

The The es un nombre paraguas para una banda que ha incluido a numerosos integrantes itinerantes, siendo el único miembro constante el fundador, compositor, cerebro pensante y corazón bombeante llamado Matt Johnson. En este disco, y el anterior, miembro permanente era Johnny Marr, quien con su amigo iniciaría un largo y variado periplo por distintas bandas (incluyendo Electronic junto a Bernard Sumner de New Order) luego de abandonar a The Smiths. Piensen que en los últimos dos años ha sido miembro de Modest Mouse y The Cribs. Además de participar en el último disco de los Pet Shop Boys (como lo ha hecho desde el disco Behaviour). Algunas personas les carga el nombre The The pero para mí es uno de los grandes nombres de banda de la historia. Creo que es sucinto, violento, densamente conceptual, suficientemente anónimo como para demostrar que es un grupo rotatorio, pero es también bastante irónico considerando lo esencial que es para The The la personalidad de Matt Johnson.

Dusk II

Matt Johnson creció arriba de un pub del cual era dueño su padre y donde llegaban muchas bandas famosas o pronto a ser famosas a tocar, entre ellas The Kinks y The Small Faces. Tras abandonar el colegio a los 15 años, se metió a trabajar a un estudio de grabación donde mirando y preguntando aprendió cómo grabar y en las noches aprovechaba de usar el estudio para hacer sus propias pistas. Inspirado por el naciente movimiento electrónico/industrial de finales de los 70, especialmente por Cabaret Voltaire y Throbbing Gristle, que demostraba que no se necesitaba nada más que uno mismo para hacer música multifónica y sin mayor aspavientos de dominio de un instrumento, logra sacar su primer disco, Burning Blue Soul (1979) a los tiernos 18 años. Es un disco atiborrado, angustiado, medio esquizo-paranoide en la variedad de los arreglos vocales e instrumentales, pero también cargado de la dolorosa dulzura propia del crecer.

Posteriormente vendrían otros discos buenísimos. Soul Mining (1983) es una obra clásica del techno pop de los 80, pero que al contrario de la declamación neutral de Pet Shop Boys; claramente andrógeno como Soft Cell; o femenino como Yazoo, en The The la voz es testosterona pura relinchando en el ruedo de la introspección. En Infected (1986) amplía su repertorio pero endurece la propuesta musical, con ritmos que parecen a veces balas expelidas de las manos del batero (y máquina de ritmos). Es además el primer disco que amplía con la realización de una película compuesta de videos de cada una de las canciones, expresando su visión política sobre el mundo (la perniciosa hegemonía de la cultura yankee) y la fragilidad defectuosa del ser humano. Mind Bomb (1989), primero de los dos discos en que participaría Johnny Marr, compuesto de varios temas largos marca más claramente la dicotomía política/erótica reflexiva de los intereses de Johnson. Es además un claro indicio de que la forma de escribir de nuestro invitado se haría cada vez más centrado en un sonido más tradicional y menos centrado en las máquinas, precisamente lo que había odiado o evitado al iniciar su carrera (y su fascinación por las máquinas).

Dusk inaugura oficialmente esta manera de escibir. Es un disco que Johnson expresamente salió a escribir con la idea de que las canciones pudieran ser directamente tocadas en vivo sin necesitar mayor adecuación para el formato de un cuarteto clásico rockero. Supongo que además no dejaba de ayudar la presencia de ese dios de la guitarra indie llamado Johnny Marr. Ahora, el que estas canciones puedan sonar más clásicas, no quiere decir que dejen de sonar como The The. Sigue estando presente la voz narrativa y artística de Johnson, una identidad intensísima y dramática, claramente masculina, pero honesta y dolorosa. La diferencia con los otros discos es que esta voz se pierde menos en el exceso musical alrededor, poniendo al centro la emoción subyacente, dejando en claro que es cierto eso de que menos es más. Menos mal que este fue el primer disco de Johnson que escuché porque, si bien los otros son geniales de distinta manera, este es el mejor para adentrarse de primeras en esa inquieta mente y remojado corazón del nativo del este de Londres.

Dusk Inner Label

Este disco lo escuché, como lo mencioné, alrededor de los 15 años, coincidiendo con el inicio del viaje que salvó en gran medida el disfrute de mi adolescencia: mi paso por el grupo de teatro de mi colegio. Más allá de la dirección equivocada que podría haber tomado mi desarrollo psicológico de la época, creo que fue crucial el que pudiera por lo menos expresar el torbellino emocional que revolvía mis entrañas. Por fin aquí encontré un tipo que a través del artificio dramático pudiera expresar la verdad más absoluta (Jacques Brel me provocaría lo mismo unos años después). ¿Qué se puede esperar de un disco que en su primera canción (True Happiness This Way Lies) parte con las siguientes palabras, semi cantadas?:

And have you ever wanted something so badly
that it possessed your body & your soul
through the night & through the day
until you finally get it!
And then you realise that it wasn't what you wanted after all.
And then those selfsame sickly little thoughts
now go & attach themselves to something....
....or somebody....new!
And the whole goddamn thing starts all over again.

Es la búsqueda, la búsqueda, la búsqueda. En su repetición como martillo clavando la estaca esperamos encontrar la verdad dentro de nosotros, pasando de una cosa a otra, siempre inquietos, siempre recelosos de la permanencia, siempre comprometidos con el momento. A veces se puede vivir como una carga, a veces como un regalo, pero no nos queda otra que seguir caminando. Dénle una oportunidad a este disco, y ojalá los acompañe tal como me ha acompañado los últimos (casi) veinte años. Otro amigo fiel.

Unos videos en vivo para que disfruten:





3 comentarios:

  1. Me toca profundamente tu relato de aquel personaje pre-adolescente que fisgoneba los cajones de su hermano mayor buscando un tesoro. Yo también hacia lo mismo, pero cassettes eran en ese entonces. Me acuerdo esas fomes tardes sin nada mejor que hacer que ultrajar los cajones de mi hermano. Fue lo que accidentalmente me llevó a conocer el rock. La primera vez que escuche la voz de los ochenta, mis cassettes de Mazapan y Fernando Ubiergo perdieron el sabor de antaño. Mi vida cambio. Un gran abrazo mi buen amigo... y como diría Tyler Durden: "...keep it up... right up!"

    r.

    r.

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  2. I can understand Mazapán... but Fernando Ubiergo, really? Mi primer cassette fue por lo menos del Puma Rodríguez... can't beat the hairstyle! Pero sí, once you've tried rock...

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  3. buen aporte the the. en su momento me lo mostraste y no pesqué mucho. sería bueno (como sugerencia) poner algun link pa descargar el disco en cuestión. sique tanto, no es robar robar...
    sabemos que si nos gusta nos compramos el vinilo. es un método de promoción.

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